El Qué Dirán

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Decídete a actuar con rectitud. (Job 11:13)

Desde que nacemos, estamos en contacto con las opiniones y reacciones de los demás hacia nuestras formas de pensar, sentir y actuar. Esta retroalimentación que recibimos de nuestro entorno social nos ayuda a aprender qué comportamientos son aceptables y cuáles no, guiando así nuestro desarrollo personal y moral.

Una postura inadecuada ante estas opiniones es estar constantemente pendiente del "qué dirán" y buscar siempre la aprobación de los demás. Esto puede llevarnos a aparentar o vivir de manera muy diferente a lo que realmente deseamos y somos.

-   Preocuparse constantemente por el "qué dirán" es un ladrón de libertad y oportunidades.

-   El miedo al qué dirán ata más fuerte que una cadena.

Esto se complica cuando intentamos complacer todas las opiniones, debido a la gran cantidad y las contradicciones entre ellas.

-   Nadie es moneda de oro para caerle bien a todos.

-   Es imposible gustar a todo el mundo.

En el otro extremo, se encuentra el no tener en cuenta las opiniones ajemas o despreciarlas junto con las normas y convenciones, lo que puede llevarnos a irrespetar innecesariamente las reglas del lugar donde estamos, generando reacciones violentas de los demás.

-   El trato es un boomerang psíquico.

-   Lo que siembras, cosechas.

-   Si no te gusta lo que estás recibiendo, fíjate bien en lo que estás dando.

Una actitud saludable es considerar y respetar la opinión ajena como un derecho de cada individuo, pero actuar con firmeza según nuestras propias convicciones sobre lo que es justo o debido. Esto a veces contrasta con la opinión de la mayoría y requiere resistir presiones.

-   Haz lo que debas y a nadie temas.

-   Si el caballero mira dentro de sí mismo y está seguro de haber obrado bien, ¿qué ha de temer o de qué ha de preocuparse? (Confucio)

-   Cuando hagas algo convencido de que es tu deber hacerlo, no te escondas por desfavorable que pueda ser el juicio que de ti y de tus actos formen las gentes. Si la acción es mala, no la hagas. Si es buena, ¿por qué temer a los que sin razón te condenen? (Epicteto)

CONSIDERACIONES FINALES

Desde que nacemos, estamos en contacto con las opiniones de los demás, lo que influye en nuestras actitudes y desarrollo moral. Preocuparse demasiado por el "qué dirán" puede llevarnos a vivir de manera diferente a lo que realmente deseamos, mientras que ignorar por completo las opiniones puede generar conflictos.

Una actitud saludable es respetar las opiniones ajenas, pero actuar con firmeza según nuestras propias convicciones, incluso si esto contrasta con la mayoría. Encontrar un equilibrio entre respetar a los demás y mantener nuestra autenticidad es clave.

Entradas relacionadas: Autenticidad I, Autenticidad II, Vergüenza, Asertividad, Regla de Oro de la Moral, Tacto, Cortesía, Valentía.

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