馃挃 La incomodidad social hacia los viudos: cuando los dem谩s no saben qu茅 decir o hacer
馃尶 Cuando alguien enviuda, el mundo interior se desordena, pero tambi茅n
cambia el mundo exterior.
De repente, los amigos, los vecinos e incluso los familiares m谩s cercanos
parecen no saber c贸mo comportarse.
Algunos evitan hablar del tema; otros tratan de animar demasiado r谩pido; y
otros, con buena intenci贸n, pronuncian frases que hieren sin querer.
No hay manual para
acompa帽ar a un doliente, pero s铆 hay algo que toda persona en duelo percibe con
claridad: la incomodidad de los dem谩s.
Esa sensaci贸n de que no saben qu茅 decir, c贸mo mirar o c贸mo acercarse.
Y en medio de esa incomodidad, el viudo o la viuda puede sentirse a煤n m谩s solo.
馃導 Cuando el silencio se vuelve distancia
Despu茅s de la p茅rdida,
muchas personas se alejan por miedo a “decir algo inapropiado”.
Esa distancia, aunque bienintencionada, duele.
El silencio de los otros puede sentirse como abandono, justo en el momento en
que m谩s se necesita compa帽铆a.
A veces el viudo deja de
ser invitado a reuniones o encuentros, no por olvido, sino porque los dem谩s
temen incomodarlo o no saben c贸mo manejar el tema.
Sin embargo, lo que la persona doliente m谩s necesita no es silencio, sino presencia
sincera: alguien que est茅 ah铆, sin juicios, sin prisas, sin pretender
arreglar el dolor.
Estar cerca sin palabras
puede ser m谩s reconfortante que cualquier discurso.
馃尶 Las frases que no ayudan
En los duelos, abundan las
frases hechas:
“Dios sabe lo que hace.”
“Ya est谩 en un lugar mejor.”
“Tienes que ser fuerte.”
“Ya deber铆as estar mejor.”
Aunque se digan con buena
intenci贸n, estas expresiones pueden resultar dolorosas porque niegan o
minimizan el sufrimiento.
No es necesario buscar explicaciones ni lecciones inmediatas ante la p茅rdida.
El dolor no necesita consuelo r谩pido; necesita espacio para existir.
La empat铆a verdadera no
dice “an铆mate”, sino “te entiendo”; no dice “ya pasar谩”, sino “aqu铆 estoy
contigo”.
馃寵 El peso de los juicios sociales
Adem谩s del silencio o las
frases inadecuadas, muchas personas viudas enfrentan miradas y comentarios
que juzgan.
Si lloran, se les dice que “no avanzan”; si r铆en, que “ya olvidaron”.
Si rehacen su vida, algunos los critican; si no lo hacen, los consideran
atrapados en el pasado.
Esa presi贸n social
invisibiliza la complejidad del duelo.
Cada persona tiene su tiempo, su ritmo y su manera de sanar.
Nadie tiene derecho a dictar cu谩nto debe durar el dolor o c贸mo debe vivirse la
p茅rdida.
La viudez no es un estado
que deba “corregirse”, sino una experiencia humana que merece respeto y
comprensi贸n.
馃尋 C贸mo acompa帽ar sin incomodar
Acompa帽ar a alguien que ha
enviudado no requiere grandes palabras, sino gestos simples y sinceros.
Algunas formas de hacerlo son:
馃敼 Escuchar sin interrumpir ni juzgar.
馃敼 Ofrecer ayuda concreta (“¿te gustar铆a que te acompa帽e a hacer
compras?”, “¿quieres que te visite un rato?”).
馃敼 Nombrar al ser querido sin miedo, porque recordarlo es mantenerlo vivo
en la conversaci贸n.
馃敼 Evitar frases hechas y permitir el silencio cuando las palabras sobran.
馃敼 Ser constante: no solo estar presente en los primeros d铆as, sino
tambi茅n cuando el resto del mundo ya ha seguido adelante.
Acompa帽ar es compartir
humanidad, no buscar soluciones.
馃尶 El valor de quienes se quedan
En medio de la incomodidad
social, siempre hay personas que se quedan:
amigos que escuchan, familiares que visitan sin apuro, vecinos que ofrecen
compa帽铆a sin hablar del dolor todo el tiempo.
Ellos son un b谩lsamo silencioso en el proceso de duelo.
Su presencia recuerda que,
aunque la p茅rdida transforma la vida, no extingue la capacidad de
vincularse, de amar y de sentirse acompa帽ado.
馃専 Consideraciones finales
La sociedad a煤n tiene mucho
que aprender sobre c贸mo acompa帽ar el dolor ajeno.
A veces, la incomodidad proviene del miedo a enfrentarse con la fragilidad
humana, con la idea de que todos, alg煤n d铆a, tambi茅n perderemos a alguien.
馃挋 Aprender a estar con quien sufre sin huir ni imponer es un acto de
madurez emocional.
馃挋 La presencia c谩lida, aunque silenciosa, puede ser el mejor consuelo.
Porque acompa帽ar no es
resolver el dolor, sino caminar junto a quien lo vive hasta
que el silencio se convierta, poco a poco, en serenidad.
馃挋 Con cari帽o, Dr. Arturo Jos茅 S谩nchez Hern谩ndez, tu amigo en la promoci贸n de salud.
馃摉 Extracto del libro: “Viudez: Dolor, Transformaci贸n y Esperanza”
Cons铆guelo aqu铆: |
馃挋 Un libro para acompa帽arte en el proceso de sanar, reencontrarte contigo mismo y redescubrir que la vida puede volver a florecer, incluso despu茅s del adi贸s. 馃挋


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