Autenticidad I

 

Tenemos derecho a ser diferentes.

 Nadie puede ser exactamente igual a otra persona, ni siquiera a un hermano gemelo, porque el conjunto de características que individualizan a cada cual no lo permiten. Es por esto que cada ser humano es único, irrepetible y por lo tanto especial.

-       Eres absolutamente único, al igual que todos los demás.

-       Se tú mismo, los demás puestos ya están ocupados.

Y esta unicidad se debe tanto a peculiaridades de la persona como de las circunstancias y exigencias vitales que debe enfrentar.

-       La vida es un examen difícil, muchos fracasan porque intentan copiar a los demás, sin darse cuenta que todos tenemos un examen diferente. 

Como actitudes inadecuadas ante lo irrepetible de cada cual se encuentran: el que se impone formas de ser y hacer diferentes a la mayoría, muchas veces en aspectos de poca importancia, para hacer notar que es auténtico o interesante. Y al aparentar lo que realmente no es corre el riesgo de ser ridículo.

-    Mientras pensemos que somos auténticos porque lo aparentamos, iremos mal.

-    Aquel que permanece en puntas de pie no se para firme.

El que no trabaja en la transformación de aspectos modificables de sí mismo que le causan un mal funcionamiento en su entorno familiar, laboral o social, ante los cuales muchas veces se justifica argumentando: “Es que soy así” o “eso no está en mi”; lo que es un obstáculo para su autoperfeccionamiento.

-       El peso de las excusas impide llegar a buenos resultados.

-       Sin modificar lo que hay que cambiar en ti, jamás llegarás a ser la mejor versión de tu persona.

El que temiendo a las presiones que siempre existen contra las diferencias, oculta aspectos de su verdadera esencia que son un derecho tener y manifestar, y termina siendo o manifestando lo que otros quieren, lo que a la larga puede ser causa grandes remordimientos.

-       Hay quienes cambian autenticidad por aprobación.

-       Si vives para la opinión ajena, estás muerto.

-       Si eres uno más, serás uno menos.

Esto se complejiza cuando el individuo se oculta esas características esenciales a sí mismo, lo que hace aún más difícil el encuentro y convivencia con quien realmente es.

-       Quien no se ha encontrado es porque de sí mismo se ha escondido.

CONSIDERACIONES FINALES

Algunas actitudes inadecuadas frente a la unicidad de cada persona incluyen imponerse formas de ser y actuar diferentes a la mayoría para aparentar ser auténtico o interesante, lo cual puede resultar en ridículo. También, no trabajar en la transformación de aspectos modificables de uno mismo que causan mal funcionamiento en el entorno, justificándose con excusas como “es que soy así” o “eso no está en mi”, lo que obstaculiza el autoperfeccionamiento. Otro error es temer a las presiones sociales contra las diferencias y ocultar aspectos esenciales de nuestro ser, lo que lleva a ser lo que otros quieren que seamos y puede causar grandes remordimientos. Esto se agrava cuando el individuo se oculta esas características esenciales a sí mismo, dificultando aún más el encuentro y convivencia con su verdadero yo.

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Autenticidad I. Por Dr. Arturo José Sánchez Hernández

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